16 abril 2011

EL ARCO

FUNCIÓN, ELEMENTOS Y TIPOLOGÍA

Ahora que estamos desarrollando contenidos relacionados con el arte gótico, parece interesante detenernos en el análisis de un elemento arquitectónico que ha sido empleado de manera habitual, y durante siglos, en los diferentes estilos artísticos, aunque ahora esté presente de forma más escasa en la arquitectura contemporánea.

El elemento en cuestión es el arco, que podemos definir como una estructura curva que suele tener función sustentante, de manera que recibe los empujes superiores del muro o pared en el que se inserta y los desvía hacia los laterales y, en su caso, hacia el suelo.  Generalmente el arco muestra un vano o hueco que permite franquear el espesor del muro en el que se encuentra. Si no existe ese vano, hablamos entonces de arco ciego. Además, en determinadas ocasiones, el arco presenta únicamente una función decorativa.

Izquierda: arco apuntado. Castillo de Montánchez (Cáceres).

Por otra parte, el arco suele apoyarse en dos pilares llamados jambas, hechos de diverso material (piedra, ladrillo...) y habitualmente está formado por una serie de elementos denominados  dovelas que presentan forma de cuña para que puedan encajarse correctamente unas a otras. La dovela central, que ocupa el lugar  superior del arco, recibe el nombre de clave, mientras las dos que ocupan los lugares inferiores, en cada uno de los extremos del arco, se denominan salmer. Por último, el ancho del arco (sobre todo si posee un vano) recibe el nombre de luz. La imagen de la derecha presenta los principales elementos de un arco.

Existe una variadísima tipología de arcos, algunos de ellos de gran belleza. Nos detendremos en analizar aquí únicamente los más comunes y empleados en nuestro país, pero debemos decir antes que la nomenclatura de los arcos es algo confusa y varía según las fuentes empleadas, sobre todo los manuales dedicados al análisis de las formas artísticas.

* El más habitual y sencillo es el arco de medio punto, constituido por una semicircunferencia. Es un arco de gran antigüedad (se empleaba ya en Mesopotamia durante el tercer milenio antes de Cristo) y está presente en la mayor parte de los estilos artísticos, aunque resulta muy característico del románico.

Izquierda: arco de medio punto. Castillo de Noudar (Barrancos, Portugal).

* Por su parte, el arco apuntado (u ojival) está formado a partir de dos segmentos de circunferencia que forman un ángulo en la clave. Este tipo de arco fue muy empleado en el arte gótico, aunque se empleó también en otros estilos.

Izquierda: arco de herradura. Castillo de Gormaz (Soria). Derecha: arco túmido. Concatedral (Guadalajara).

* En cuanto al arco de herradura, su curvatura ocupa más de media circunferencia, pudiendo variar su luz en la parte inferior. Lo encontramos presente en el arte visigodo y fue muy empleado en el arte islámico y en el mudéjar.

* Una variante del anterior es el arco túmido o arco de herradura apuntado, igualmente empleado en los dos estilos artísticos  citados más arriba.

Inferior. Izquierda: arcos trilobulados. Mezquita (Córdoba). Derecha: arco polilobulado. Aljafería (Zaragoza).

* También fueron muy empleados en dichos estilos artísticos los denominados arco trilobulado (o trebolado), que muestra tres arcos de circunferencia, y arco polilobulado, formado por una sucesión de lóbulos (siempre en número impar) que se asemejan a pequeñas semicircunferencias.

* Por último, el arco carpanel es un arco muy rebajado, con tres centros, quie comenzó a emplearse a fines del arte gótico (en el denominado gótico flamígero) y mantuvo su popularidad durante los estilos renacentista y barroco.

Izquierda: arco carpanel. Iglesia de Santiago (Utrera, Sevilla).

En definitiva, el arco, con una antigüedad de unos 5.000 años, ha mostrado a lo largo de la historia su utilidad en la arquitectura, compitiendo con las formas adinteladas, que únicamente emplean líneas rectas que son ahora predominantes en la arquitectura actual, salvo en casos aislados. En cambio el arco es siempre curvo, pero ¿quién ha dicho que las curvas no ocultan belleza?

En esta dirección del Ministerio de Educación y Cultura podéis descargaros un PDF sobre los distintos tipos de arco, de los que se presentan diez modelos, con dos imágenes de cada uno de ellos. Además, la Wikipedia en español tiene sobre este tema un buen texto, extenso y completado con numerosas imágenes y dibujos.

12 abril 2011

LA CATEDRAL DE CHARTRES

EN LOS ORÍGENES DE LA ARQUITECTURA GÓTICA

El aire de la ciudad hace libre a quien lo respira. Este dicho de la época resume a la perfección el ambiente que existía en muchos burgos europeos a comienzos de los siglos centrales de la Edad Media. En ellos había ido  consolidándose poco a poco un nuevo grupo social, la burguesía, entregada a las actividades artesanales y comerciales y ajena por completo a las características del mundo feudal  que se iniciaba más allá de las murallas de la ciudad. La prosperidad de cada núcleo urbano dependía de circunstancias muy diversas, vinculadas a su propio origen, a su localización respecto a las rutas comerciales, al hecho de ser centro de peregrinaciones religiosas, etc.
  
Vista aérea de la catedral (izquierda) y fachada principal (derecha).

Este último caso era el de la ciudad de Chartres, siituada en el noroeste de Francia. Desde el siglo IX su catedral poseía una preciada reliquia: una túnica que se suponía usada por la Virgen María en el momento del nacimiento de Jesús. Este hecho había dado origen a una creciente corriente de peregrinos que llegaban a la ciudad y, al calor de tal situación, los grupos burgueses de Chartres fueron aumentando, mientras sus gremios poseían cada vez más importancia.

Durante el siglo XII la ciudad sufrió dos pavorosos incendios, el segundo de los cuales afectó también a la catedral, que quedó prácticamente destruida, aunque de forma milagrosa la valorada reliquia se salvó de las llamas. Así pues, se hizo necesaria la edificación de un nuevo templo, interés en el que coincidían el obispo de la ciudad, los poderosos grupos burgueses (interesados en mantener sus negocios comerciales gracias a los peregrinos) y la propia monarquía francesa. Todo ello hizo posible que en sólo 24 años fuese levantada la nave principal de la catedral (en 1220), aunque la finalización completa del templo se demoró hasta 1260. El edificio es uno de los primeros de Francia (y, en consecuencia, de toda Europa) realizado por completo en estilo gótico y ha servido como modelo a otras catedrales posteriores como la de Reims. Sin embargo, no conocemos quién o quiénes fueron los arquitectos responsables del proyecto.

Si analizamos su planta, la catedral  presenta tres naves (mucho más alta y ancha la central con respecto a las laterales), así como dos grandes torres en los pies, donde se encuentra la fachada principal del templo. En un extremo de la nave principal se trazó como pavimento el famoso laberinto que tanto literatura ha generado.

Además, apreciamos también la presencia de una macrocabecera, con tres ábsides y doble girola, hecho bien característico de las iglesias de peregrinación que solían acoger grandes grupos de fieles. Por otro lado, y vista en alzado, la catedral de Chartres muestra tres niveles claramente diferenciados: el de las naves con sus arquerías apuntadas, el de los triforios y, en el nivel superior, el claristorio o zona en la que se sitúan los ventanales con vidrieras que facilitan la iluminación del interior del templo, que en su práctica totalidad se cubre con bóvedas de crucería simple, sostenidas sobre pilares reforzados desde el exterior por arbotantes y contrafuertes.


Vista de la nave principal (superior derecha). Planta de la catedral de Chartres (izquierda) y laberinto en el pavimento (inferior derecha).

De esta manera, a fines del siglo XII, en un pequeña ciudad francesa cuya población apenas alcanzaba los 20.000 habitantes, se estaba contribuyendo de forma decisiva a la creación del estilo gótico. Y nada menos que mediante la construcción de un edificio imponente, con  sus 130 metros de largo, 64 de anchura máxima y 32 de altura en la nave central. Las torres superan también los 100 metros de altura. Sí, los ciudadanos de Chartres podían sentirse bien orgullosos de su nueva catedral gótica, demostración a su vez de cómo nuevos aires se estaban  extendiendo por Europa occidental. Eran aires de libertad que anunciaban la llegada progresiva de un mundo en el que las ciudades (y las actividades económicas a ellas vinculadas) tendrían cada vez una mayor importancia. Ese era el contexto en el que estaba surgiendo también la arquitectura gótica. Ya se sabe: nuevos tiempos, nuevos estilos artísticos.

Si se quiere profundizar en el conocimiento de la catedral de Chartres hay que visitar inexcusablemente este excelente sitio francés, por completo dedicado al estudio del templo. Esta otra Web presenta una  ficha con datos variados sobre la catedral: enlaces, bibliografía, etc.
 

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